lunes, 17 de enero de 2011

Propósitos para un nuevo año

Llega un nuevo año, y habitualmente las personas tomamos tres actitudes (se pueden combinar pero eso ya exige un plus).
  1. Decidir adelgazar
  2. Ir a las rebajas
  3. Marcarse nuevos objetivos
Pertenezco al tercero de estos grupos, dado que lo primero a día de hoy no lo necesito y lo segundo lo he cubierto gracias a la generosidad de mi empresa en la gestión de permisos. 

A final de año en muchas organizaciones nos dedicamos, durante unos días, a elaborar balances del año anterior. LO HARÉ. Pero prefiero mirar hacia delante, el pasado no se modifica, el futuro se comienza a construir hoy mismo. 
Hecha esta matización mis objetivos para 2011 son:
  1. Servir. Servir, ser útil, nos HACE DIFERENTES. Y la diferenciación es la clave de la SUPERVIVENCIA. ¿Y por qué nos hace diferentes? Porque la sociedad actual es la llamada del BIENESTAR, que todo me lo solucionen primero mis padres , y después PAPÁ ESTADO. Por lo tanto todo lo que implique esfuerzo, constancia, sacrificio, entrega y dedicación va a DESTACAR. Para servir es cierto que se precisa una contraprestación justa de las organizaciones: condiciones de trabajo dignas, mejorables, y una consideración enorme, desde el ámbito de la gestión, hacia el personal. Pero sólo siendo útiles, como condición necesaria aunque desgraciadamente no suficiente, seremos acreedores a nuestros puestos de trabajo.
  2. Aprender. Para ello sólo tenemos una salida inicial: aprender. Y otra adicional: HACER. Decía Aristóteles que “TODO LO QUE APRENDEMOS A HACER LO APRENDEMOS HACIÉNDOLO: LOS HOMBRES SE CONVIERTEN EN ALBAÑILES CONSTRUYENDO, Y LOS ARPISTAS, TAÑENDO EL ARPA. DE LA MISMA MANERA, EMPRENDIENDO ACCIONES JUSTAS LLEGAREMOS A SER JUSTOS, REALIZANDO ACCIONES DE AUTODISCIPLINA LLEGAREMOS A SER DISCIPLINADOS Y REALIZANDO ACCIONES VALEROSAS NOS CONVERTIREMOS EN SERES VALEROSOS” Meteremos la pata, seguro, pero el error es un trampolín hacia la mejora.
  3. Mejorar. El límite o techo no existe, lo ponemos cada día. No podemos ser contemplativos ni conformistas. Decía Walt WHitman que: Hoy, antes del alba, subí a las montañas, miré los cielos llenos de luminarias y le dije a mi espíritu: "Cuando conozcamos todos estos mundos y el placer y la sabiduría que contienen, ¿estaremos tranquilos y satisfechos?" Y mi espíritu dijo: "No, ganaremos esas alturas sólo para seguir adelante"
  4. SEGUIR SIRVIENDO, APRENDIENDO Y MEJORANDO

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